– No a los cereales de desayuno

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Los cereales de desayuno son uno de los peores desayunos posibles. Olvídate de ellos y verás cómo se reduce tu barriga.

Cada vez que veo un anuncio de cereales de desayuno pierdo los estribos y empiezo a soltar un discurso sobre su lista de ingredientes, actitud que un día afectará seriamente a mi relación de pareja. Los cereales deben de ser el peor desayuno del mundo para tu salud después del tocino con aguardiente. Y lo peor es que la gente se lo da a sus hijos pensando que es sano.

¿Sano? Aquí tienes los ingredientes de los Smacks de Kellogs: Trigo, azúcar, jarabe de glucosa, miel, carbonato cálcico, aceite vegetal… Piensa que los ingredientes van por orden, así que quitando el trigo, los principales son azúcares. Lo puedes comprobar cuando ves la composición por 100 gramos:

  • Proteínas: 6 g
  • Hidratos de cargono: 84 g
    • de los cuales azúcares: 43 g
    • almidón: 41g
  • Grasas: 1,5 g

Casi la mitad de lo que viene en la caja es azúcar. Solo en un tazón hay 13 gramos de azúcar, unos dos sobres. Ya sabes lo que hace el azúcar con tu sangre y tus michelines. Provoca un pico de la hormona insulina, que se ocupa de que toda esa glucosa se convierta en grasa en tu cintura o tu trasero. Al cabo de una hora, la glucosa ha bajado de golpe y estás mareado, de mal humor y hambriento, listo para comer cualquier golosina que encuentres. Al cabo de unos años, obesidad y diabetes.

Está bien, piensas. Tomaré cereales de adultos, por ejemplo, los Corn Flakes, que tienen poca azúcar. En efecto, estos copos son en un 98% maíz. Veamos qué hay en 100 gramos:

  • Proteínas: 7 g
  • Hidratos de carbono: 84 g
    • de los cuales azúcares: 8 g
    • almidón: 76 g
  • Grasas: 0,9 g

¿Mejor? Pues no. El almidón tiene un índice glucémico muy alto. En concreto los Corn Flakes tienen un IG de 80 (la glucosa pura tiene 100). Eso significa que hace subir la glucosa en sangre casi tan rápido como el azúcar, con efectos parecidos.

¡No me tortures más! imploras. Tomaré los Special K, que son ligeros. No hay más que ver a las chicas que los anuncian. ¿Seguro? Leamos la etiqueta:

  • Proteínas: 14 g
  • Hidratos de carbono: 76 g
    • de los cuales azúcares: 17 g
    • almidón: 59 g
  • Grasas: 1,5 g

Vaya. Resulta que tienen menos almidón, pero el doble de azúcar que los Corn Flakes normales. Estamos igual que antes. No sé qué tienen de especial, excepto ser más caros.

¡Me rindo! Exclamas con desesperación y juras que desde ahora solo comerás All Bran, cereales fibrosos que parecen restos de la fabricación de muebles de IKEA. En efecto, los All Bran tienen mucha fibra, y eso es bueno para que tu intestino vaya más suelto. La fibra además hace que baje el índice glucémico hasta 40 (nivel bajo). No es una mala opción, pero como la fibra es amarga, contiene más azúcar que los anteriores. Hay que tenerlo en cuenta si queremos tomar menos azúcar al día (gracias a David por la puntualización).

  • Proteínas: 10 g
  • Hidratos de carbono: 67 g
    • de los cuales azúcares: 22 g
    • almidón: 45 g
  • Grasas: 2 g

Al final, todos estos cereales terminan aportando más o menos las mismas calorías. Un desayuno compuesto de una ración de Corn Flakes (30 gramos) y un tazón de 200 ml de leche semidesnatada tiene esta composición:

  • Calorías: 213
  • Proteínas: 8 g
  • Hidratos de carbono: 34 g
  • Grasas: 4 g

Si recuerdas en la dieta Transformer hablamos de que las comidas debían tener unas proporciones adecuadas de proteínas, hidratos y grasas, y que el desayuno debía ser una comida importante. Ese desayuno con cereales está desequilibrado, repleto de azúcar y almidón y falto de proteínas. Además, si tomamos una dieta de 2.000 Calorías al día, es solo el 10%. ¡Nos hace falta más comida por la mañana! Compáralo con esta receta que también cabe en un tazón:

  • 125 g de yogurt desnatado sin azúcar
  • 100 g de requesón
  • 50 g de copos de avena
  • un puñado de frutos rojos

Y aquí tienes sus componentes:

  • Calorías: 355
  • Proteínas: 28
  • Hidratos de carbono: 45
  • Grasas: 7

¿Mucho mejor, no? Los hidratos de carbono de la avena son de absorción lenta, y el requesón aporta las proteínas necesarias. Además, tienes suficientes calorías para aguantar hasta media mañana sin que te de un bajón de azúcar. Ya puestos, prueba un desayuno salado en cinco minutos. ¡Disfruta!

ACTUALIZACIÓN: Claro que hay cereales de desayuno que son saludables (como la avena y algunos tipos de muesli). Busca los que tengan poco o ningún contenido en azúcar, y añade proteínas.

Fuente: transformer.blog

Post relacionados: El gourmet saludable. Desayuno en 5 minutos

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– Me niego a ser la agenda de mi hija por el whatsapp…

Me niego a ser la agenda de mi hija por el whatsapp…

Recuerdo la primera vez que envié y recibí los deberes que se había olvidado Enma por el grupo de whatsapp de las “madres” del cole.

“¡Qué maravilla esto!” pensé inocente de mi sin saber entonces que se iba a convertir en un monstruo que me engulliría en una vorágine de mensajes a partir de las 6 de la tarde con listado de tareas unido a mil fotos de los libros, ejercicios…que me saturaban el espacio del teléfono y cuando tenía que hacer una foto me decía: “memoria llena”. 

El día que VI LA LUZ lo recuerdo con bastante claridad. Fue así:

– Enma: “mamá se me ha olvidado la hoja de los ejercicios de matemáticas, ¿lo dices en el grupo y que te lo manden?”.

Yo como madre solícita, amantísima y servicial me dispuse a hacerlo mientras dejaba las llaves en la entrada, soltaba el bolso en la silla, me sacaba el teléfono del bolsillo y dejaba la bolsa de la compra en el suelo. ¡”Multitasking” en acción!

Entonces algo me paralizó. Fue algo así como UN BOFETÓN DE REALIDAD. Me quedé mirando el teléfono a la vez que veía varios emails de clientes parpadeando en la pantalla y entonces COMPRENDÍ.

Pero ¿qué narices estoy haciendo? pensé. SE ACABÓ.

  • Enma cariño, no es mi responsabilidad que se te hayan olvidado los deberes, es la tuya, por lo tanto mañana dices a la profesora que no los llevas porque se te olvidaron y que la próxima no se te olvidarán.
  • Pero ¡¡¡mamá!!!! ¡¡me pondrá mala nota!!!!!
  • No pasa nada, la próxima seguro que ya no te la pone.
  • Y ¿por qué no lo pides al grupo CON LO FÁCIL QUE ES?
  • Pues precisamente porque ese grupo no está para ser el paralelo de tu agenda sino para cosas urgentes del colegio. Tú no debes confiar en que el móvil de tu madre responda a tus olvidos ya que, es tu responsabilidad traer tu agenda con tus ejercicios. Yo tengo mi agenda y no te pido a ti que me recuerdes si tengo que responder a un cliente, si tengo que preparar un material….así que cada uno debe asumir su parte.

Lo entendió perfectamente y ya nunca más me ha pedido nada de eso a pesar de los olvidos que, tengo que decir, son bastante frecuentes.

Mi agenda y la de Enma

¿Qué estamos consiguiendo con ser agendas o ayudantes particulares en todo momento de nuestros hijos? Lo de los deberes eternos en casa es otro tema (tengo muchos debates sobre deberes SÍ o deberes NO), voy al tema particular de asumir todo movimiento que hacen nuestros hijos como si fuéramos los ángeles protectores perpetuos tengan la edad que tengan.

Lo que conseguimos es básicamente esto y la lista daría para mucho:

  • Niños que no asumen ningún tipo de responsabilidad para su edad.
  • Niños que les da miedo hacer cualquier cosa porque tienen nuestros ojos encima por si se equivocan, porque nosotros se lo vamos a hacer mejor.
  • Niños que prefieren poner la atención en otras cosas, porque para éstas “ya está mamá”.
  • Niños que cuando crezcan solo esperarán instrucciones y órdenes para empezar a actuar. ESTO ES CLAVE.

Una de las competencias que más trabajo con diferencia en empresas en formaciones y talleres además de ponencias, es la PROACTIVIDAD E INICIATIVA. Se trabaja también desde la competencia del conocimiento personal, conocimiento de fortalezas y autoconfianza por lo que si no “practicamos” con estas pequeñas cosas desde pequeños, no esperemos que lo hagan de mayores “señores futuros empresarios que van a contratarlos” (sí, los adultos que leéis, ¿qué pedimos en los trabajadores o en nuestros compañeros de trabajo? Esto mismito..)…

– No soy mala madre si no hago de agenda, me comporto como madre irresponsable si no educo para que mis hijos sean independientes y autónomos,

– No soy mala madre por no sentarme con ella/ellos a hacer los deberes, me comporto como madre irresponsable si no les brindo ayuda o apoyo emocional y de empuje cuando tengan realmente grandes dificultades.

– No soy mala madre por no estar supervisando absolutamente TODO paso que realice mi hija (el peque en este tema todavía no llega, seamos conscientes de las edades), me comporto como una madre irresponsable si desconozco dónde se mueve y con quién se mueve mi hija , que tiene cierto matiz diferente.

Hay estrategias de sobra para trabajar con ellos a estas edades, venga ánimo, que tenemos que hacer generaciones mejores que la nuestra, es fácil con un poco de reflexión y confianza.

abrazos

p.d: os dejo un artículo que acabo de leer que va en la línea y que me ha puesto los pelos de punta: PADRES HIPERPROTECTORES, HIJOS SIN AUTONOMÍA

Fuente: Blog Noelia López-Cheda

Post relacionado: Diario de Sevilla / El WhatsApp de los padres. Una AMPA paralela

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– Guía para un buen uso y consumo de los medicamentos

medicamentos
26/05/2014

Medicamento es toda sustancia capaz de prevenir, diagnosticar, aliviar o curar enfermedades o dolencias, o de afectar a funciones corporales o al estado mental. Por ello, un buen uso es fundamental para nuestra salud y la de nuestros hijos. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define medicamento como “toda sustancia química que, introducida voluntariamente en el organismo de un sujeto, posee la propiedad de modificar las condiciones físicas o químicas de éste”. En función de sus efectos sobre el organismo, se hablará de sustancia medicamentosa o medicamento, si son fundamentalmente beneficiosos (a pesar de que todos los medicamentos poseen efectos adversos o no deseados), o se hablará de tóxico, si el resultado es perjudicial.

¿Cómo actúan los medicamentos?

Los medicamentos están compuestos de moléculas denominadas principios activos, que son la sustancia responsable de producir en el organismo el efecto farmacológico. Además están compuestos de los excipientes, unas sustancias que mejoran el sabor, el olor y el aspecto y facilitan su administración.

Sin embargo, los medicamentos pueden no sentarnos siempre bien, tener alguna sustancia que nuestro organismo no tolere o estar contraindicado en embarazadas o si padecemos algún trastorno que el médico debe evaluar. Por eso, debemos familiarizarnos con el prospecto y tener la costumbre de leerlo atentamente antes de tomarlo.

¿Qué debemos leer en el prospceto de los medicamentos?

En el prospecto encontramos los datos y la información más importantes del medicamento, en general, con un vocabulario de forma que el consumidor lo pueda entender con facilidad.

Los apartados que deben constar en el prospecto son:

  • Composición: se trata de la lista de elementos de los que está compuesto el medicamento, tanto de su principio activo como los excipientes. Si tienes alergias o intolerancias a algunos excipientes como la lactosa o algunos aromas, es lo primero que debes tener en cuenta.
  • Indicaciones: son el conjunto de enfermedades susceptibles de ser tratadas con el fármaco.
  • Posología: es la información respecto la dosis, frecuencia y forma de tomarlo, por lo tanto, uno de los apartados a los que prestar más atención. De hecho, se suele concretar esta información según las características de la persona. Y es que según tu peso, edad o sexo, debes seguir una posología u otra.
  • Contraindicaciones: son los casos en los que no se recomienda consumir el medicamento, ya sea por enfermedad, por pertenecer a un grupo de edad concreto (niños o ancianos por ejemplo) o por estar embarazada o lactando.
  • Precauciones: son las situaciones  en las que no se debe consumir el medicamento o utilizarlo con extrema precaución. Son casos muy concretos que se describen exhaustivamente.
  • Efectos secundarios: se detallan los problemas que la toma del medicamento puede causar en el organismo. Suelen ser de carácter leve y de muy baja probabilidad, pero hay que tenerlos en cuenta.
  • Interacciones: es la relación de otros medicamentos o incluso de alimentos con los que la medicación que vas a tomar tendrá un efecto menor o incluso no podrá actuar. Por lo tanto, debes saber cuáles son para evitarlos si quieres que tu tratamiento sea eficaz.
  • Conservación y caducidad: son las condiciones óptimas para poder consumir el medicamento y que no pierda eficacia. El buen estado de la medicación que tomes es de suma relevancia. Es importante conocer y respetar estas condiciones de conservación y no consumir fármacos si se sospecha que han estado expuestos a temperaturas o humedad que están fuera del rango que señala el fabricante o que estén caducados.

Es importante conocer todos estos aspectos de la medicación  consultar el prospecto al abrir un medicamento y antes de tomarlo puede evitarnos muchos riesgos.

Además, hoy en día, disponemos también de aplicaciones para dispositivos móviles que contienen información sobre medicamentos, por lo que acceder a esta información nos resulta cada vez más fácil.

Referencia bibliográfica:

Lo que necesita saber: Medicamentos. Infermera Virtual. 2014

Fuente: Faros

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– Los colegios avisan: cuidado con el Whatsapp…de los padres

wasap

Cada vez más colegios aconsejan a los padres de sus alumnos que hagan un uso responsable y respetuoso de los grupos de WhatsApp. Los foros, creados sobre todo para mantener el contacto entre las familias derivan en ocasiones en enfrentamientos que pueden afectar al clima escolar.

SOLEDAD DOMÍNGUEZ   03-10-2014 – 16:05 CET

Los docentes advierten también que los padres no deben convertirse en las agendas de sus hijos ni anticiparse a todos sus errores

Organizar cumpleaños, comprobar qué deberes tienen que llevar a los niños, acordar, en el caso de los más mayores, si pueden llegar a casa un poco más tarde… Estos son sólo algunos de los usos prácticos, que llevan sobre todo a las madres, a crear grupos de Whatsapp para tener contacto con todas las familias de la clase de sus hijos o del equipo de baloncesto. Pero en algunas ocasiones, estos grupos son también escenario de discusiones de pareja, peleas entre familias o aquelarres contra el profesor o la entrenadora de turno.

Hasta el punto de que, cada vez más escuelas, incluyen en sus charlas de inicio de curso recomendaciones para que los padres hagan un buen uso de esta herramienta. Es el caso de la Escuela Pía Sant Antoni de Barcelona, que aprovecha las reuniones pedagógicas que hacen con los padres a principio de curso para pedirles que sean respetuosos en sus comentarios y, sobre todo, que no utilicen el WhatsApp para asegurarse de que sus hijos no se olvidan de los deberes. El director Ramón Verínguez constata que “a menudo, los padres queremos ayudar tanto a nuestros hijos, que nos dejamos crecer ni hacerse autónomos. Si un día el niño no trae los deberes, puede ser bueno que la profesora le pregunte qué ha pasado y le recuerde que tiene que ser responsable de sus tareas. En cambio, si siempre solucionamos esto los padres, no los estamos ayudando a crecer”. Las madres y los padres, insiste Verínguez “no podemos hacer de agenda de nuestros hijos. Ellos tienen que apuntarse los deberes y el material que va a necesitar y asumir esa responsabilidad”.

Otro efecto derivado de la generalización de los grupos de padres es como cualquier incidente que pasa en el centro hace disparar las alarmas de forma inmediata en el chat. “Antes, dice un profesor del CEIP Escola de la Concepció, de Barcelona, “si un niño se caia en el patio, al cabo de una semana todos los padres lo sabían. Ahora la noticia de ese accidente se expande en un minuto” . Y la inmediatez, “unida a la descontextualización de los mensajes”, puede acabar provocando, según alerta el sociólogo y director del master de humanidades de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), Francisco Núñez, que el grupo de WhatsApp se convierta por unas horas en la plaza pública en la que se carga contra un determinado profesor o contra la dirección del centro. “Cuando uno hace un comentario, contando que tu hijo se ha caído en el colegio, tú lo haces desde tu contexto. Puedes estar tomando un café con otros padres o de camino al trabajo. Y en ese contexto, lo que escribes, tiene un significado determinado. Pero al mandarlo al grupo de WhatsApp, entra en un espacio público, tu mensaje puede ser copiado y reenviado a otros foros, y llega de forma inmediata a otros móviles, a otras personas que están en otros contextos y entonces, la información se lee de formas muy diferentes. Y eso da lugar a losmalentendidos, las ofensas, el sentirte agredido, el pensar ¿pero qué dice este?, ¿que se ha pensado esta madre? O ¿qué se han creído los profesores? “

También son frecuentes los malentendidos y las discusiones entre familias, que normalmente se quedan en el ámbito privado pero que, de vez en cuando, llegan hasta la escuela. La directora del Instituto de Llançà, Carmen Barceló explica que no es la primera vez que tiene que intervenir para evitar que una pelea entre padres afecte el clima del centro. “Hay padres que primero actúan y luego piensan y cuando la pelea virtual se ha salido de madre, entonces lo cuentan en el centro. Y quizás las familias han llegado al insulto o incluso al enfrentamiento directo, pero sus hijos son compañeros en clase, y se tienen que ver cada día. En algún caso yo he tenido que hablar con los hijos, que suelen estar muy avergonzados del comportamiento de sus padres, y pedirles que tengan más sentido común que sus padres y que mantengan una relación correcta y respetuosa” . Barceló considera que llegados a este punto es más fácil resolver el conflicto con los hijos que intentar reconciliar a los padres. “Me veo más capaz de convencer a los chavales que a sus padres. Los padres teóricamente ya lo saben, pero cuando a uno de ellos le parece que alguien está perjudicando a su hijo, le saltan todas las alarmas. Y en ese estado es realmente difícil razonar con ellos”

El sociólogo Francesc Núñez considera que es sobre todo “una cuestión de tiempo” el que las familias aprendan a hacer un uso más racional de esta herramienta, que como otras redes sociales tiene muchos aspectos positivos pero ante la que hay que ser escéptico. “Todos somos muy críticos y decimos que la información que corre por las redes sociales no está contrastada, y que cualquiera puede mentir. Pero en la práctica, todo el mundo acaba picando y da por buenas afirmaciones que no sabemos si son ciertas.”

Fuente: Cadenaser.com

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– 10 consejos clave para que los niños hagan los deberes con éxito

24/10/2011

La mayoría de niños desearía no tener que hacer nunca más los deberes de la escuela, pero ya que esto difícilmente lo podrán evitar, ayudémosles a hacer los deberes con estos consejos prácticos.

Distintos estudios demuestran que cuando los padres se involucran en las tareas escolares de sus hijos, estos obtienen mejores resultados. Una manera con la cual los padres podrán ayudar a sus hijos es echándoles una mano con los deberes. Esto repercutirá positivamente tanto en su progreso escolar como con su autoestima.

Un aspecto clave a tener en cuenta a la hora de ayudarlos es averiguando si los deberes son apropiados; el grado de dificultad y exigencia tendrán que ser coherentes con el nivel de escolarización del niño.

A continuación os detallamos 10 consejos que ayudarán a tus hijos a seguir un patrón óptimo para hacer los deberes en casa:

  1. Mantén el contacto con el profesor o profesores para estar al corriente de la cantidad y calidad de los deberes que los niños tendrán que hacer.
  2. Planifica un horario incluyendo tanto la hora de inicio como la final. La mayoría de niños necesitan tiempo para relajarse justo después de acabar las clases y antes de ponerse a hacer los deberes. Por el contrario, hacerlos cerca de la hora de ir a dormir puede ser contraproducente debido al cansancio acumulado a lo largo del día. Los viernes suelen ser los mejores días para hacer los deberes de fin de semana: los conocimientos aprendidos aún están frescos y así se evitan los momentos de “pánico” antes de ir al cole.
  3. Aconseja a tu hijo a dividir los deberes según los que sí pueden hacer por ellos mismos y con los que necesitarán ayuda. Sólo deberías echarles una mano con aquellas tareas que no puede hacer por él mismo, sino no conseguiremos que gane sentido de la responsabilidad e independencia.
  4. Deja para más tarde las actividades de ocio como ver la televisión, jugar, etc.
  5. Prepara un lugar de estudio en buenas condiciones con luz adecuada y con el mínimo número de distracciones. Si tu hijo dice que se concentra mejor con el ruido de fondo (como por ejemplo con la música), proporciónale este apoyo. También tiene que tener a su disposición material de estudio como diccionarios, papel, bolígrafos, libretas, hojas, etc.
  6. Utiliza alabanzas ante la voluntad del niño de hacer los deberes y sobretodo elógiale por sus progresos.
  7. Estate disponible cuando tu hijo está haciendo los deberes por tal de que puedas ayudarle si tiene alguna duda, pero a ser posible no estés en la misma habitación para que no seas una distracción.
  8. Revisa los deberes una vez haya acabado. No le corrijas a no ser que lo hayas acordado previamente con el profesor; que este último observe los tipos de errores que comete el niño le puede ser útil para tomar las medidas que considere más necesarias.
  9. Los grupos de estudio son a menudo una buena estrategia. Tu hijo se puede beneficiar de estudiar con uno o más compañeros de clase. No obstante, hay que asegurarse de que realmente están haciendo los deberes y no jugando o distrayéndose.
  10. Permítale ir al lavabo, a hacer breves descansos, a merendar, etc. pero insiste en que acabe los deberes.

Fuente: Fundación Faros

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– Consejos para enseñar a tu hijo a tolerar la frustración

Aprender a tolerar la frustración desde pequeños permite que los niños puedan enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presentarán en la vida.

La frustración es una vivencia emocional que se presenta cuando un deseo, un proyecto, una ilusión o una necesidad no se llega a satisfacer o a cumplir.

Cuando un deseo o una ilusión no se cumplen, a causa de la frustración, los adultos -y también los niños- experimentan en mayor o menor medida una serie de emociones como el enfado, la tristeza, la angustia, la ansiedad, etc. Al mismo tiempo, se trata de vivencias personales, por lo que cada uno puede enfrentarse y reaccionar ante estos hechos o eventos de manera diferente.

Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse .

La frustración es un estado transitorio y, por tanto, no permanente: no hay que confundir la tolerancia a la frustración con la tolerancia al fracaso.

En la vida, hay situaciones en las que conseguimos nuestros objetivos, deseos, etc., y otras en las que no. En la etapa infantil, los niños suelen pensar que el mundo gira a su alrededor, que lo merecen todo y que consiguen al momento lo que piden. No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás . Es entonces cuando hay que empezar a enseñar a los niños a tolerar la frustración. Si los padres siempre dan a los hijos todo aquello que piden, los pequeños no aprenderán a tolerar el malestar que provoca la frustración y a hacer frente a situaciones adversas. Por ello, en la edad adulta, seguirán sintiéndose mal cada vez que no consigan aquello que se han propuesto.

Intentar complacer siempre a los niños y evitar que se sientan frustrados ante cualquier situación no favorece su desarrollo integral como persona , ya que cuando sean adultos deberán enfrentarse a circunstancias tanto de éxito como de fracaso. Existen teorías que defienden que, si no se enseña a los niños a aceptar los fracasos, es posible que desarrollen una actitud agresiva reincidente.

En general, los niños con poca tolerancia a la frustración:

  • Tienen dificultades para controlar las emociones.
  • Son más impulsivos e impacientes.
  • Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, por lo que, cuando deben enfrentarse a la espera o postergación de sus necesidades, pueden tener rabietas y llanto fácil.
  • Son exigentes.
  • Pueden desarrollar, con más facilidad que otros niños, cuadros de ansiedad o depresión ante conflictos o dificultades mayores.
  • Creen que todo gira a su alrededor y que lo merecen todo, por lo que sienten cualquier límite como injusto ya que va contra sus deseos. Les cuesta comprender por qué no se les da todo lo que quieren.
  • Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
  • Manifiestan una tendencia a pensar de forma radical: algo es blanco o negro, no hay punto intermedio.

Muchos padres intentan reducir o evitar las fuentes que causan frustración en el niño, y terminan por convertir cualquier de sus fracasos en un nuevo éxito. Para prevenir esta situación y conseguir que el niño tolere la frustración, los padres deben evitar la sobreprotección y no abusar de la permisividad . La conducta permisiva se manifiesta, con frecuencia, al ceder ante cualquier requerimiento del niño, de modo que este siempre consigue lo que quiere y nunca se enfrenta a situaciones negativas, problemáticas o frustrantes.

Técnicas para tolerar la frustración

Para enseñar al niño a tolerar la frustración, existen consejos útiles que detallamos a continuación:

  1. Dar ejemplo . La actitud positiva de los padres a la hora de afrontar las situaciones adversas es el mejor ejemplo para que los hijos aprendan a solventar sus problemas.
  2. Educarle en la cultura del esfuerzo . Es importante enseñar al niño que es necesario esforzarse. Así aprenderá que el esfuerzo es, en muchas ocasiones, la mejor vía para resolver algunos de sus fracasos.
  3. No darle todo hecho . Si se le facilita todo al niño y no se le permite alcanzar sus retos por sí mismo, es difícil que pueda equivocarse y aprender de sus errores para saber cómo enfrentarse al fracaso.
  4. No ceder ante sus rabietas . Las situaciones frustrantes derivan, en muchos casos, en rabietas. Si los padres ceden ante ellas, el pequeño aprenderá que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas.
  5. Marcarle objetivos . Hay que enseñar al niño a tolerar la frustración poniéndole objetivos realistas y razonables, pero sin exigirle que se enfrente a situaciones que, por su edad o madurez, sea incapaz de superar.
  6. Convertir la frustración en aprendizaje . Las situaciones problemáticas son una excelente oportunidad para que el niño aprenda cosas nuevas y las retenga. De esta forma, podrá afrontar el problema por sí mismo cuando vuelva a presentarse.
  7. Enseñarle a ser perseverante . La perseverancia es esencial para superar situaciones adversas. Si el niño aprende que siendo constante puede solucionar muchos de sus problemas, sabrá controlar la frustración en otras ocasiones.

Ante la frustración, hay que enseñar a los niños formas positivas de hacer frente a estos sentimientos adversos. Para ello, se pueden utilizar distintas estrategias:

  • Enseñarle técnicas de relajación . Todos nos enfrentamos a las situaciones adversas de una forma más positiva si estamos relajados. Un buen consejo es enseñar a los pequeños a aumentar su tolerancia a la frustración a través de la relajación del cuerpo.
  • Enseñar a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca . Por ejemplo, “Juan está rabioso porque no ha hecho bien esta resta. Inténtalo con otra y tómate más tiempo”.
  • Enseñar al niño cuándo debe pedir ayuda . A algunos pequeños les cuesta pedir ayuda, mientras que otros la piden constantemente y de inmediato. Hay que enseñar al niño a intentar encontrar una solución primero. Si se siente frustrado al realizar alguna tarea, debemos intentar enseñarle a evitar la frustración: “¿qué podrías hacer en lugar de enfadarte o abandonar la tarea?”.
  • Representar papeles . Se puede jugar con el niño a interpretar una situación frustrante. Por ejemplo, el pequeño tiene que hacer los deberes pero quiere irse a jugar al parque. Primero, el niño interpretará la frustración y luego adoptará el rol opuesto. Se le puede animar a que hable consigo mismo de forma positiva y busque una manera de resolver el problema.
  • Reforzar las acciones apropiadas del niño . Es importante elogiarlo cuando retarde su respuesta habitual de ira ante la frustración, y cuando utilice una estrategia adecuada.
  • Modificar la tarea . Enseñar al niño una forma alternativa de alcanzar el objetivo.

En resumen, cabe recordar que la frustración forma parte de la vida. Aunque no se puede evitar, se puede aprender a manejarla y superarla, y aumentar de esta forma la tolerancia a la misma. Aprender a tolerar la frustración facilita que nos enfrentemos con éxito a la vida. Por ello, cuanto antes aprendamos, mejor.

Fuente: Fundación Faros

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– Vacunación infantil, una protección para toda la vida

En la “Semana Mundial de la Inmunización: 24 a 30 de abril de 2014, os presentamos este post de nuestros amigos de la fundación Faros.

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28/04/2014

La forma más eficaz de prevenir enfermedades infecciosas es mediante la vacunación. Las vacunas han evitado, y evitan cada día, miles de muertes prematuras.

No obstante, y sobretodo en los países desarrollados, el importante descenso de ciertas enfermedades ha provocado que algunos padres perciban que la vacunación sea de mayor riesgo que no hacerlo.

Algunos estudios sin evidencia científica que relacionaban la vacunación con trastornos como el autismo u otros efectos han propiciado que muchos padres duden de la seguridad de las vacunas.

El Dr. Juanjo García, Jefe de Pediatría del Hospital Sant Joan de Déu, nos detalla porqué es importante vacunar a los niños y nos recuerda que el riesgo de quedar expuesto a una infección es superior al riesgo mínimo que entraña una vacunación. 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=jl0MUzafZQA?rel=0]

Fuente: Fundación Faros

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– Pensamiento Positivo: Pienso bien y me siento bien

piensa

10 Pautas para educar en el pensamiento positivo

Pensar bien nos lleva a sentirnos bien. Los pensamientos determinan los sentimientos y las emociones. Es muy importante emplear el pensamiento positivo como clave del bienestar.

¿Cómo afectan los pensamientos a nuestras emociones?

El bienestar es un estado subjetivo, que depende de uno mismo y hace referencia al estado de ánimo y a la valoración que hace la persona de sí misma y de su vida. Ambos aspectos están interrelacionados, nuestra interpretación nos va a conducir a un estado de ánimo determinado que a su vez va a influenciar en la valoración de la situación.

Pensar bien, nos lleva a sentirnos bien. La interpretación que hagamos de las situaciones, de lo que nos sucede, va a determinar nuestros sentimientos. Es decir, lo que pensemos sobre aquellos acontecimientos que nos rodean, nos va a llevar a sentirnos de una manera determinada. Y esa emoción será la que guie la conducta.

Es fundamental educar a los niños y niñas para un pensamiento positivo que contribuya a unos sentimientos y emociones positivas y que sea la base de su bienestar personal.

 autonomia Pensamiento Positivo: Pienso bien y me siento bienInfluencia de los pensamientos negativos en la emoción.

Una misma situación puede ser interpretada y valorada desde diversos puntos de vista. El pensamiento que tengamos acerca de la situación determinada, va a hacer que se experimente una emoción u otra. Y a su vez esta emoción va a determinar la conducta, somos lo que sentimos. Veamos algunos ejemplos:

  • Un niño/a, que escucha un ruido extraño por la noche, puede interpretar ese ruido desde distintas perspectivas. Si piensa que algo raro ocurre y que ese ruido es provocado por alguien, experimentará miedo y su conducta será para evitar el peligro. En cambio sí interpreta el ruido como un sonido de los muebles o algo que se ha caído, no experimentará miedo y seguirá calmado.
  • Un niño/a que suspende un examen. Puede interpretarlo desde que le tienen manía y le han suspendido, puede pensar que su capacidad no es la adecuada, también puede interpretar que no ha estudiado lo suficiente, etc. Cada uno de estos pensamientos le hará sentirse de una manera determinada y su conducta será diferente en función del pensamiento y la emoción.
  • Un niño/a que no es invitado a una fiesta de cumpleaños. Puede pensar que no le quieren, también puede pensar que no se han dado cuenta o interpretar la situación pensando que no son tan amigos, que no hay nada en su contra, pero que no son tan amigos como para invitarle a la fiesta. Estas interpretaciones pueden llevarle a sentirse triste, avergonzado, enojado, etc. Y su conducta será diferente en cada caso.

Qué podemos hacer para educarles en el pensamiento positivo

  1. Enséñale a emplear la risa y el sentido del humor ante las distintas situaciones. El sentido del humor nos ayuda a desdramatizar y a reírnos de la situación, lo que nos conduce a una interpretación positiva.
  2. Muéstrale como una misma situación puede ser interpretada desde diferentes puntos de vista. Para ello puedes emplear ejemplos, cuentos, series de la TV, etc.
  3. Sirve de modelo. Emplea el pensamiento positivo ante diferentes situaciones.
  4. Guíale para que cambie pensamientos no racionales. Algunos pensamientos irracionales son comunes. En ocasiones las personas tendemos a generalizar nuestra forma de pensar. Por ejemplo, en lugar de pensar “me tiene que salir todo bien” (lo cual es poco racional), cambiaremos su pensamiento por “me gustaría que me saliera bien, pero no siempre es así”.
  5. Desarrolla la empatía de los niños y niñas. Ponerse en el lugar de los demás, ayuda a interpretar las conductas de los otros de forma positiva.
  6. Trabaja la autoestima de los pequeños. Una autoestima sana es clave para no hacer valoraciones en las que se sientan culpables o merecedores de lo malo.
  7. Acostúmbrate a emplear un lenguaje positivo, el lenguaje se plasma en el pensamiento.
  8. Evita tensiones. La tensión, conduce a pensamientos negativos. Estar relajado contribuye a interpretar de forma más realista.
  9. Trata de explicarles las situaciones. A veces no están preparados para interpretarlas, si no se las explicamos, tenderán a hacer sesgos en su valoración. Es importante explicarles para evitar los sesgos.
  10. Evita hacer interpretaciones negativas sobre el niño/a. Se creerá tu interpretación y tenderá a valorar del mismo modo.

Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu

Fuente: educayaprende.com

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– Guia de consejos para Madres y Padres

guia

A través de superpadres.com nos facilitan una guia para madres y padres con los siguientes puntos significativos. Una guía básica en la que podamos reflexionar, consolidar conocimientos, adquirir nuevos,… en definitiva dirigir nuestro enfoque en la educación de nuestros hijos, cubriendo todas las necesidades y aspectos básicos y generales de esta etapa de vida.

* Descargar archivo “Guia para Madres y Padres” – superpadres.com

* O entrando en superpadres.com

Guia de consejos para Madres y Padres

01. PREPARAR EL APRENDIZAJE
02. PROGRAMA DE ESTIMULACIÓN
03. IDENTIDAD
04. AUTOESTIMA
05. CONFIANZA
06. SEGURIDAD
07. AUTONOMÍA
08. RESPONSABILIDAD
09. AUTOMOTIVACIÓN
10. GENEROSIDAD
11. ORDEN
12. ORGANIZACIÓN
13. CONSTANCIA
14. ESFUERZO
15. PAUTAS DE COMPORTAMIENTO
16. AUTOCONTROL
17. RESPETO
18. URBANIDAD
19. INTERACTUAR
20. PREVER
21. EXPRESAR
22. COMUNICAR
23. COMPAÑERISMO Y COMPARTIR

Fuente: superpadres.com

– ¿Cansado del mal comportamiento de tu hijo? Claves para mejorar su conducta

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Fuente:  Proyecto Homine

Si eres padre, docente o alguien que trabaja y está en contacto frecuente con niños, seguramente sabrás lo frustrante y desafiante que puede llegar a ser el mal comportamiento de los pequeños. Pero, ¿qué significa que un niño se comporte mal? ¿Y qué debemos hacer para remediarlo?

Cuando un niño se “comporta mal” significa que está haciendo algo que no nos agrada a nosotros, es decir, se trata de una valoración arbitraria. Quizá el niño presente un problema de conducta, o quizá el problema no sea él sino la situación que lo rodea.

Si lo que está afectando al niño es la situación en la que se encuentra, enfocarnos en que él cambie sólo logrará lastimarlo, mientras que nosotros nos sentiremos frustrados. Por otro lado, si el pequeño realmente presenta un mal hábito que necesita ser modificado, es importante implementar técnicas correctas para que esto suceda y ayudarlo a desarrollar comportamientos más adaptativos.

Causas que explican el mal comportamiento

  • Necesidades básicas. La mayoría de niños son activos por naturaleza y no podemos esperar que disfruten de estar encerrados en casa mucho tiempo. Necesitan realizar ejercicio físico y estar en contacto con el medio ambiente. También, una comida muy atrasada o la alteración del ciclo del sueño pueden ser propiciadores perfectos de una rabieta.
  • Causas médicas o farmacológicas. A veces, no es que el niño se esté portando mal, sino que está enfermo o no se encuentra bien y, al no poder comunicarlo con palabras, manifiesta malestar, distrés o irritabilidad debido a algún problema orgánico. También puede darse el caso de que se trate de una mala reacción farmacológica. Asegúrate siempre de consultar con el pediatra la medicación a administrar.

Cómo explicarle lo que se espera de él

Como adultos, a veces olvidamos que la niñez es una etapa llena de primeros pasos y novedades acerca del mundo que nos rodea, que estimulan a los niños y despiertan en ellos una curiosidad insaciable.

Si un niño habla fuerte, pregunta, corre y toca todo lo que ve cuando entra por primera vez en la sala del dentista, no se está comportando mal, simplemente está explorando un mundo que es desconocido para él y del cual no comprende las reglas implícitas de comportamiento. Deberíamos, pues, explicarle y mostrarle lo que verá y, así, prepararlo para la novedad con cierta anticipación.

¿Quién es el que tiene un “mal comportamiento”?

Los niños pueden ser muy tiernos, pero también pueden ser desordenados y ruidosos, y hacer muchas cosas que no nos agradan. Los pequeños requieren nuestra atención, cuidado y cariño mucho más de lo que, a veces, algunos adultos están dispuestos a ofrecer. No podemos esperar que los niños se comporten como adultos pequeños ni que se queden mucho tiempo en un mismo lugar.
Es importante reevaluar las situaciones con un poco más de paciencia antes de afirmar que un niño se está portando mal. Quizá simplemente se está comportando como un niño sano, vivo, enérgico y curioso con conductas típicas de su edad. De esta manera, puede ser uno mismo el que está teniendo un mal comportamiento al no ser lo suficientemente tolerante.

Modula la estimulación que recibe el niño

La estimulación es muy buena para los niños. Un ambiente rico y diverso en estímulos puede permitir que el pequeño obtenga más experiencias del entorno y aprenda a gran velocidad. Sin embargo, cualquier exceso puede ser perjudicial:
  • Un ambiente demasiado cargado de estímulos (ruido, luces, actividad excesiva, etc.) puede sobrepasar la capacidad de los niños para afrontarlos, crear confusión y dar lugar a la manifestación de signos de sobreexcitación y ansiedad.
  • Por otro lado, una estimulación muy baja puede generar aburrimiento. Actividades como hacer trámites con los padres o ir de compras pueden ser un gran fastidio para un niño. En estos casos, es normal que el pequeño reaccione de modos que podríamos calificar como “mal comportamiento”, ya que su umbral de paciencia y tolerancia a la inactividad no es el mismo que el nuestro. 
En resumen, antes de decidir si tu hijo se está portando mal, tómate un minuto para observar las circunstancias presentes y responder estas cinco preguntas:
  1. ¿Está el chico cansado, muy aburrido o tiene hambre?
  2. ¿Tendrá algún problema médico o le estará sentando mal la medicación?
  3. ¿Se le explicó y enseñó cómo debía comportarse en esta situación?
  4. ¿Estoy esperando el comportamiento que es adecuado para su edad y etapa de crecimiento?
  5. ¿Está sobreestimulado o, todo lo contrario, muy poco?
A veces, la situación es más compleja de lo que parece y un pequeño cambio en el contexto puede solucionar el problema y conseguir que el niño sea más feliz y que el adulto esté más relajado.

Técnicas de reforzamiento positivo

Las técnicas de reforzamiento son uno de los pilares en cuanto a estrategias de modificación de conducta en niños. Estas técnicas no sólo sirven para evitar problemas de conducta, sino que también pueden utilizarse para instaurar nuevos comportamientos deseados. Pueden ser útiles para padres, maestros y cualquier persona que trabaje o esté en contacto con niños.
Su funcionamiento es muy sencillo: se deben recompensar los buenos comportamientos que presenten los niños e ignorar por completo las conductas problemáticas. 

Recompensar los buenos comportamientos:

Se pueden utilizar innumerables variantes para el reforzamiento positivo. Siempre tiene que tratarse de algo que el niño disfrute y valore como premio: un elogio, un cariño o una sonrisa pueden ser excelentes reforzadores positivos, así como diversas actividades (ir al parque, jugar en el patio, visitar el zoológico, ver una película, etc.) o incentivos materiales (un juguete, por ejemplo).
Es importante mostrar gratitud con los niños y mostrarles que estamos orgullosos de sus logros. De esta manera, no sólo aumentará la probabilidad de que el buen comportamiento se repita, sino que se cimentarán unas bases de autoestima más fuertes.

Ignorar los malos comportamientos:

Es importante aclarar que los niños necesitan y desean atención por parte de los adultos. Por eso, la atención siempre funcionará como un reforzador positivo, aún si es utilizada de manera negativa, como en un castigo o reprimenda.
Si respondemos al mal comportamiento con atención, lo que obtendremos será más comportamiento negativo, mientras que, si prestamos atención a un buen comportamiento, obtendremos más de éste. Si ignoramos una mala conducta y esperamos a que se presente una deseable, con el tiempo, lograremos aumentar la frecuencia de esta última. Probablemente, lo más difícil sea tolerar un comportamiento indeseado, por lo que esta técnica requiere un extra de paciencia, pero el resultado lo vale.
Las técnicas de reforzamiento tienen muy buenos resultados si son aplicadas correctamente y con criterio. Es importante entender que no todos los niños son iguales, y que los reforzadores que pueden funcionar para unos pueden no hacerlo para otros. Ante todo, es fundamental tener perseverancia, ser constantes y coherentes con el método, y armarse de mucha paciencia y cariño.
El siguiente vídeo ilustra las técnicas tratadas en el artículo de un modo muy interesante y, a la vez, nos hace revisar críticamente nuestros estilos de crianza. También se repasan algunos aspectos acerca de las expectativas que de un niño de determinada edad se deben (o no) tener.
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